en este banco crecí escuchando los grillos y la letanía de una mirada cuando los ojos no estaban adiestrados en este banco rastrillé con el banjo moliendo la tierra hasta que un cigarro de picadura me abrazó solo la cumbre me arrebatará el sombrero para cuando el banco me reclame descansaré plácidamente en sus costillas y en este banco me senté y comprendí que siempre estaré en casa